Una empresa o emprendimiento de éxito no sólo necesita de buenas ideas, productos, servicios, o innovaciones; también requiere de mucha claridad en sus estrategias financieras.
Por eso en Expandr platicamos con Laila Escudero, cofundadora de Kendo, una compañía de educación financiera con oficinas en Lima y Madrid, pero que ha impactado en empresas de otras latitudes.
Entre otras cosas, Kendo trabaja con cursos de simulaciones en la parte educativa y corporativa para conocer a fondo sobre la materia.
“Revolucionar la forma en la que aprendemos de finanzas y de negocios. Llevamos muchísimo tiempo, nosotros como fundadores, trabajando desde el lado corporativo asesorando compañías en sus finanzas y también entrenando a nuestros equipos internos para cubrir el gap con el que recibíamos a nuestros consultores nuevos, entonces claramente nos dábamos cuenta que hay una gran brecha entre los conocimientos con los que egresa un profesional y aquellos conocimientos que tú necesitas, que estés listo y preparado y entrenado, para poder desarrollar un trabajo como lo requieren de este lado de la empresa”.
Kendo desarrolló una plataforma tecnológica que simula situaciones reales de negocio, para estudiantes y profesionales que quieran aprender lo que difícilmente se puede obtener en escuelas que no tengan un perfil netamente financiero.
“Nosotros desarrollamos una metodología donde permitimos a nuestros participantes y simuladores a aprender a hacer lo que está en tendencia, y que es la manera en que nosotros consideramos que el aprendizaje es mucho más efectivo y muchísimo más relevante, para el aprendizaje”.
“Pero en un entorno más seguro para que los estudiantes puedan aplicar los conocimientos teóricos, equivocarse y a partir de esa experiencia, aprender, porque uno no puede esperar que un estudiante se siente y escuche mucha teoría muy compleja y aprenda -lo digo en crudo- por ósmosis, nones la forma de aprender, tienes que experimentar”.
La metodología de las finanzas suele ser compleja y las simulaciones son escasas en este rubro, ya que existen simulaciones de vuelo, de construcción o de cirugía, pero no de números y decisiones que pueden definir el futuro o la extinción de una compañía, aseguró Laila Escudero.
Para ello, Kendo opera desde dos frentes: la técnica y el pensamiento.
“Voy a partir de lo más elemental que son las capacidades técnicas de análisis financiero: estrategia, planificación, áreas del espectro de los números que tienen que atender los participantes de las simulaciones porque es a partir de la información financiera es que yo puedo tomar decisiones”.
“Son muchísimos números, desde la parte contable hasta la parte de presupuestos… Y al final tienes que aprender a devorarte esos números y de ahí tomar decisiones”.
Las habilidades de pensamiento crítico son necesarias para cuantificar los impactos.
“Capacidad de reacción, no solamente ver la información y aplicar los conceptos que aprendí, sino tener sentido crítico para analizar las circunstancias, el contexto que estás viviendo, la situación empresarial y a partir de ahí tomar decisiones, debes ser muy crítico con lo que estás viendo y analizando”.
“Y planificar siempre para el peor escenario, si yo siempre planifico pensando que todo me va a salir bien, no vas a tener definidos los planes de acción que puedas ejecutar y nosotros buscamos con los simuladores poner situaciones de estrés muy difíciles para que a partir de ahí desarrolles habilidades para la toma de decisiones”.
Una educación financiera simulada, ofrece el pragmatismo que una persona necesita para cuidar su dinero, en su empresa y en su casa.
“En un ambiente donde te puedes equivocar sin perder dinero, que es lo más importante que queremos impulsar”.