La tecnología nos ayuda en distintas actividades de la vida cotidiana, siempre y cuando no nos hagamos excesivamente dependientes de ella, o que la usemos para fines nocivos como el acoso y la invasión de la vida privada, como suele ocurrir en las redes sociales.
Karina Guerrón, ingeniera en electrónica y redes de información, asegura que las malas prácticas crean un efecto dominó que afecta a varias personas y familias.
“¿Hasta donde podemos nosotros usar los medios o las redes tecnológicas para hacer o deshacer en nuestras propias vidas? Porque no lo sólo es hacer daño a un tercero, digamos un daño de ciberseguridad o lo que sea, más allá de eso uno tiene un daño propio, como persona, porque desde ahí nace, que se quebró la parte virtuosa para dar paso a un daño externo, de tercera persona, o una institución, o a mi propia familia”.
En nuestro podcast, la maestra en educación para la paz por la Universidad Albert Einstein, explica que hacen faltan leyes para regular el uso de la tecnología en las comunicaciones.
“Pero más allá de eso todavía falta una revolución a nivel mundial, que nos permita tener ciertas limitaciones, decirnos hasta aquí puedes llegar, eso todavía no lo hay, en Google tú puedes googlear muchas cosas, pero hay ciertas limitaciones ya para niños que tú puedas tener un poco de contención de cierta información pero en general todavía sigue siendo algo muy abierto. Ahorita estamos entre la cuarta y quinta generación de lo que es las computadoras, estamos pasando de microprocesadores a la parte de realidad virtual, que en algunos casos es un hecho, ya lo ves, entonces cómo tener limitaciones a eso”.
“Y tienen que estar encaminadas a una ley de protección, a una ley humanista, donde tú como usuario te sientas protegido, tienes tus deberes que cumplir, y también tus derechos”.
Mientras eso sucede, es crucial que cada persona tenga sus propios límites para usar la tecnología en beneficio del individuo y de la colectividad.
“Es muy importante que haya esa parte crítica, donde el estudiante sepa que a parte de todas estas herramientas que hay, que hay robots, que hay máquinas que nos pueden favorecer, pero también hay un límite acorde a eso, y que nosotros debemos llevar la tecnología y encaminarla para un bien común”, concluyó la experta en tecnología.